JESUCRISTO, el Verbo hecho carne, murió en la cruz para la redención de los pecadores. Resucitó al tercer día, y ascendió al cielo. Es el único Salvador de la humanidad, el Creador del cielo y de la tierra, y el único y verdadero Dios.
La Biblia que consiste en el Antiguo y el Nuevo Testamento, fue inspirada por Dios, es la única escritura verdadera y determina el modo de vida de los cristianos.
Somos la verdadera Iglesia establecida por el Señor Jesucristo a través del Espíritu Santo (la lluvia tardía) y es la restauración de la verdadera Iglesia de la época apostólica.
El Bautismo en agua es el sacramento para la expiación del pecado y para la regeneración. El bautista debe haber recibido el bautismo del agua y del Espíritu Santo. El bautismo es en el Nombre del Señor Jesucristo.
Recibir el Espíritu Santo es la garantía de poder heredar el reino celestial.
La Santa Comunión es el sacramento que conmemora la muerte del Señor Jesucristo. Permite al creyente tomar la carne y la sangre del Señor y estar en comunión con Él, con el fin de obtener la vida eterna resucitar en el día final. Se debe utilizar un solo pan sin levadura y vino.
La salvación es dada por gracia a través de la fe. Es necesario confiar en el Espíritu Santo para alcanzar la santidad y para poder seguir las enseñanzas bíblicas de honrar a Dios y amar a la humanidad.
El Señor Jesucristo descenderá para juzgar a todas las personas; los justos recibirán vida eterna, y los malhechores serán condenados por la eternidad.
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